viernes, 20 de marzo de 2020

San Andrés




Es un sitio maya prehispánico de El Salvador, cuya larga ocupación se inició alrededor del año 900 a. C. como un pueblo agrícola en el valle de Zapotitán del departamento de La Libertad. Este asentamiento temprano fue desocupado por el año 250 a causa de la enorme erupción de la caldera del Lago de Ilopango, y fue nuevamente ocupado en el siglo V, junto con muchos otros sitios del valle de Zapotitlán. Entre 600 y 900 d. C. San Andrés fue la capital de un señorío maya con supremacía sobre los demás asentamientos del Valle 


San Andrés es un sitio arqueológico que se encuentra en el valle de Zapotitán, a solo cinco kilómetros de Joya de Cerén, en el departamento de La Libertad. 
El sitio comprende una acrópolis, que es una plaza elevada con pirámides y casas de habitación en la parte superior. También hay una gran plaza en el lado norte donde se ubican otras pirámides, incluyendo una en forma de campana. Es posible que en este lugar hubiera un mercado donde se llevaba a cabo intercambio de bienes. En los alrededores, en chozas pequeñas, vivían los agricultores quienes cosechaban los productos principales, como maíz, frijol y pipián. Todos los edificios estaban construidos en bloques de adobe, excepto dos estructuras que estaban construidas con bloques de toba volcánica, conocida localmente como talpetate. 

Joya de Cerén

Es un sitio precolombino de El Salvador situado en las proximidades de San Juan Opico y Las Flores, en el departamento de La Libertad, en la región centroccidental de El Salvador. Estuvo habitado al menos desde el año 400 por un pueblo agrícola tributario de San Andrés y fue abandonado alrededor del año 600 a causa de la erupción de la Laguna Caldera. El sitio permite apreciar la vida cotidiana de un pueblo maya agricultor de hace 1400 años (siglo VII), el único conocido en El Salvador
Es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Mesoamérica porque muestra cómo era la vida de la gente común y corriente. Por eso se le llama a menudo la Pompeya de América, en comparación con el sitio arqueológico de Pompeya, localizado en Italia.  
En 1993, Joya de Cerén fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. 

Alrededor del año 250 las grandes partes de la zona central y oeste de El Salvador fue soterrada bajo densas capas de ceniza provenientes del volcán Ilopango. El área fue abandonada y la evolución cultural del período preclásico tardío maya fue interrumpida por muchos siglos hasta que la ceniza se convirtió en suelo fértil.  
El restablecimiento no comenzó sino hasta alrededor del año 400. El asentamiento de Joya de Cerén fue fundado antes de finalizar el siglo VI.  
No mucho después, alrededor del año 600, Joya de Cerén fue destruida por la erupción de Loma Caldera, situado a menos de 1 km del asentamiento. Aunque la erupción afectó solamente unos 5 km², ésta enterró la aldea bajo 14 capas de ceniza la cual cayó en varias oleadas a temperaturas que oscilaban entre 100 y 500 °C, protegiéndola contra los elementos. 

Se cree que los aldeanos lograron huir a tiempo, porque no se ha encontrado ningún cuerpo. Dejando atrás los utensilios, cerámica, y alimentos.  El sitio fue descubierto en 1976 cuando se preparaba el terreno para construir silos para el Instituto Regulador de Abastecimientos (I.R.A.). Se realizó el primer análisis en 1978 y 1980 por el Dr. Payson Sheets, profesor de antropología de la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos.  
Los trabajos de excavación fueron interrumpidos por la Guerra Civil de El Salvador pero fueron retomados en 1989 hasta 1996.  
Se han excavado 10 estructuras, habiendo otras más aún soterradas. Aún se desconocen los límites del sitio, pues en la actualidad se continua la prospección arquitectura 

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